jueves, 17 de octubre de 2013

Las Galápagos, un edén exótico

Para los amantes de la naturaleza es un paraíso: el Archipiélago de Colón, islas conocidas mayormente como las Galápagos del Ecuador. Ubicadas a 600 millas de la costa ecuatoriana, en pleno mar Pacífico, estas remotas islitas de origen volcánico sirven de hogar a algunos de los animales más exóticos del planeta.
Y la fauna de las Galápagos, que incluye especies tan singulares como iguanas marinas, aves piqueras de patas azules y gigantescas tortugas, es no sólo abundante, sino también amistosa. No es tímida ni temerosa, pues nunca ha tenido razón de tenerle miedo a los humanos. Las islas, que han sido declaradas Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, dan la sensación de ser “otro mundo” porque se pueden observar a los animales no solamente de cerca, sino por buenos ratos.
Las Galápagos, que están compuestas por 13 islas grandes, seis más pequeñas y 107 cayos, cuentan con una población de unos 25,000 habitantes que residen mayormente en cinco islas. En 1959 Ecuador designó el 97% del archipiélago como parque nacional para proteger a su frágil ecología y, en 1986, extendió la protección de reserva natural a las aguas de las islitas. Además de interés ecológico, tienen historia: fue aquí donde Charles Darwin realizó investigaciones en 1835 que le sirvieron para formular su teoría sobre el origen de las especies.
Barco
Un crucero es una manera ideal para explorar varias islas cómodamente con el barco como base. Frecuentemente, por la proximidad de las islas, se pueden visitar dos en un día. Y ahora hay un nuevo barco para realizar itinerarios por las Galápagos: el Silver Galápagos de Silversea Cruises.
Lanzado a finales de septiembre, ofrece travesías de tres, cuatro y siete días por las islas, que se pueden combinar con excursiones a puntos de la América del Sur incluyendo las espectáculares ruinas de Machu Picchu en el Perú. Un barco íntimo para solamente 100 pasajeros, el Silver Galapagos está equipado con balsas motorizadas para desembarcar rápidamente en puntos remotos y disfrutar, por ejemplo, de la vista de una colonia de leones marinos soleándose a sus anchas en una playa o de las gigantescas tortugas que son símbolo de las islas en la Charles Darwin Research Station en la isla de Santa Cruz, donde científicos laboran en programas de conservación incluyendo cría en cautiverio de estos nobles gigantes, y en el Rancho Mariposa, un rancho ubicado en la ruta migratoria de las tortugas donde se puede verlas en libertad (algunas pesan cerca de 300 libras y alcanzan los 100 años).
El Silver Galápagos cuenta con toques de lujo que incluyen servicio de mayordomo, comida gourmet y las bebidas son gratuitas. Un equipo de naturalistas y expertos ofrece perspectiva y acompaña excursiones incluídas para explorar las islas.
Recorrido
Las travesías del Silver Galápagos generalmente zarpan de Baltra o de San Cristóbal, y pronto se topan con ballenas, delfines, aves piqueras de patas azules y patas rojas, mantarrayas e iguanas terrestres y marinas, durante excursiones en balsas motorizadas, caminatas con guías naturalistas y sesiones de buceo.
En Española, una parada en algunos itinerarios del Silver Galápagos, es frecuente toparse con una colonia de lobos marinos y varios ejemplares de iguanas marinas. Todos siguen en lo suyo y algunos bebés de lobos marinos se acercan a los viajeros.
Recorrido para ver la fauna local
Floreana tiene una atracción singular: la Bahía de Correos, donde un barril ha servido de “oficina de correos” desde el Siglo XVIII ñ los visitantes pueden dejar sus cartas y postales allí y cuando otro viajero que viva en esa área venga a Floreana las puede recoger y llevar para entregarlas en su destino (¡y claro, sin necesidad de comprar sellos!).
En Punta Espinosa, en la Isla Fernandina, la fauna incluye a lobos de mar, iguanas marinas y cormoranes. Otras paradas pueden incluír, según el itinerario que se seleccione, a las islas de Genovesa, en cuyas aguas se divisan con frecuencia delfines y ballenas y miles de aves marinas; Bartolomé, con sus formaciones volcánicas, pantano de manglares y colonia de pingüinos; y Santiago, donde es común divisar grupos de lobos de mar y focas durante caminatas.

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